Escritura terapéutica para sanar recuerdos

Adult male browsing personal memories through printed photos on a bed.

El verano, con sus pausas y silencios, nos invita a mirar hacia atrás. Es un tiempo donde los recuerdos afloran con más facilidad: quizás porque tenemos menos distracciones o porque la memoria se activa con olores, músicas o lugares que asociamos a nuestra infancia.

Este episodio es una invitación a transformar el pasado desde la escritura. No podemos borrar lo que ocurrió, pero sí podemos reinterpretarlo, darle un sentido y dejar que el recuerdo se convierta en aprendizaje.

🌿 1: El peso de la memoria

La memoria es selectiva. Recordamos algunas cosas con nitidez y otras se borran. Pero hay recuerdos que permanecen con fuerza, incluso cuando nos hacen daño.

Un recuerdo doloroso no es solo un hecho: es también la emoción que quedó atrapada en ese momento. Y cuando escribimos, nos damos permiso para poner distancia y reordenar la historia.

Ejemplo:
Una persona que vivió un rechazo en la adolescencia puede escribir esa escena desde la mirada adulta, reconociendo la inseguridad del joven que fue y el valor de haber continuado.

La escritura no cambia el pasado, pero cambia nuestra relación con él.

✍️ 2: Técnicas y ejercicios prácticos

1 La caja del pasado

  • Imagina que tienes una caja. Dentro colocas un recuerdo doloroso escrito en detalle: lo que ocurrió, quién estaba presente, cómo te sentiste.
  • Luego escribe una segunda versión: ¿qué habría pasado si hubieras reaccionado distinto?, ¿qué palabras necesitabas escuchar?
  • Guarda las dos versiones en tu cuaderno y ciérralo como símbolo de que ese recuerdo ya no controla tu presente.

2 El diario del perdón

  • Dedica una página a cada persona vinculada con recuerdos difíciles, incluso a ti mismo.
  • No necesitas justificar ni reconciliarte de manera real; basta con escribir: “Te perdono porque ya no quiero cargar este peso”.

3 Metáfora de la cicatriz

  • Describe un recuerdo como si fuera una cicatriz en tu cuerpo. ¿Dónde estaría? ¿Cómo se formó? ¿Qué te enseña?
  • Este ejercicio convierte el dolor en símbolo de resiliencia.

4 Recuerdo luminoso

Por cada recuerdo doloroso que escribas, escribe también uno feliz que lo contrarreste. La idea es crear un equilibrio emocional en tu cuaderno.

📝 Ejercicio 

Te propongo un ejercicio narrado:

“Cierra los ojos y piensa en un recuerdo que aún te duele. Escríbelo en tercera persona, como si fueras un narrador que observa a alguien más. Describe con detalle qué ocurre, pero añade también el contexto: ¿qué edad tenía?, ¿qué recursos tenía para afrontarlo?, ¿qué emociones predominaban?

Ahora vuelve a escribirlo en primera persona, pero desde tu yo actual. Responde a tu yo del pasado con una carta breve: ‘Te abrazo, te entiendo, no estabas solo’.

Finalmente, añade una frase de cierre: ‘Hoy elijo que este recuerdo sea parte de mi historia, pero no de mi carga’.”

Este ejercicio puede repetirse cada semana con diferentes recuerdos, como un proceso de limpieza emocional progresiva.

🌅 Reto

Sanar no significa olvidar, sino dar un nuevo lugar a lo vivido. La escritura te ayuda a convertir heridas en cicatrices que enseñan.

El reto de esta semana es que dediques al menos dos tardes a escribir sobre un recuerdo que aún pesa. Hazlo con calma, sin juzgar, y si en algún momento es demasiado, para y vuelve cuando te sientas preparado.

🎙️ Contenido relacionado del podcast Escribe y Disfruta

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.