Cortázar y el juego literario. Libertad y experimentación

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Hoy vamos a jugar. Porque la literatura también es juego. Y el mejor maestro en eso fue, sin duda, Julio Cortázar.

Te voy a contar cómo la escritura puede ser un territorio de libertad y de riesgo. Cómo Cortázar nos enseña a romper las normas, a inventar nuevas formas, a narrar desde el asombro. Si alguna vez has sentido que tus historias están demasiado atadas, hoy vamos a liberarlas y a permitirnos una dosis de surrealismo y espontaneidad.

Cortázar: el escritor que desafió la lógica

  • Nació en Bruselas, vivió en Argentina y luego en París. Maestro del cuento breve, con obras como Final del juego, Bestiario y Las armas secretas. Autor también de novelas experimentales como Rayuela.
  • Su literatura mezcla lo cotidiano con lo fantástico, lo serio con lo lúdico. Juega con el lenguaje, con la estructura, con el lector.
  • Consideraba que la literatura no debía conformarse con reproducir la realidad, sino con expandirla, deformarla, reinventarla.

La escritura como juego y experimentación

  • En Rayuela, propuso una lectura no lineal: el lector podía seguir el orden clásico o un «tablero de dirección» que rompía la narración convencional.
  • En cuentos como “Instrucciones para subir una escalera” o “La autopista del sur”, invierte la lógica habitual del mundo.
  • En su prosa hay humor, absurdo, sensibilidad y una enorme libertad formal.
  • Sus textos apelan al lector como cómplice: rompen la «cuarta pared», desafían expectativas y abren caminos para la imaginación.

Cómo aplicar el espíritu cortazariano a tu escritura

  • Atrévete a cambiar el orden: escribe una historia en fragmentos o en cartas que puedan leerse en cualquier secuencia.
  • Mezcla registros: un poema dentro de un cuento, un diálogo con instrucciones, un relato donde el narrador cambia de cuerpo.
  • Juega con las palabras: crea verbos como «ojear», «sillar» o «columpiarse el alma». La invención lingüística también es narrativa.
  • Inspírate en los sueños, en lo onírico. Escribe desde lo que no entiendes del todo.
  • Introduce reglas absurdas: que el personaje no pueda usar vocales, o que solo se comunique con silbidos.
  • Libera tu texto del sentido clásico. A veces, el texto no debe concluir, sino expandirse.

Ejemplo práctico ampliado

No pretendo ser Cortázar, pero este es un texto que te muestra cómo podemos jugar a escribir con los parámetros de este autor. Es una muestra del juego del lenguaje y la creatividad de una imaginación que no se ciñe a lo racional y previsible. Espero que te ayude a hacer tus pruebas.

«Saltaba el café, cantaba el reloj, las ideas se enredaban como cables sin funda, y ella, sin saber por qué, escribía con la mano izquierda como si la derecha contuviera el recuerdo de una caricia olvidada. El gato citaba a Mallarmé desde el alféizar y en el armario dormía un lunes sin nombre.»

Reto Cortázar

Escribe un cuento breve sin plan previo. Empieza con una situación absurda: una conversación entre dos objetos, un personaje que olvida su nombre cada vez que estornuda, una ciudad donde nadie duerme. No expliques. Deja que el misterio avance. Luego, relee y encuentra el hilo secreto que lo sostiene.

Consejo final

La literatura no solo es estructura: también es intuición, juego y libertad. Como decía Cortázar, “la palabra tiene que estar en estado de gracia”. Escríbela así: con gracia, con riesgo, con juego. Eso también es escribir y disfrutar.

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