Vamos a explorar una forma especial de recordar: escribir desde la gratitud. Porque a veces, cuando recordamos a quienes hemos perdido, lo hacemos con pena, con nostalgia o con la sensación de que algo quedó incompleto. Pero también podemos recordar con gratitud, como quien enciende una vela para dar gracias por lo vivido. Hoy hablaremos de cómo escribir para agradecer puede ser una forma luminosa de mantener viva la memoria.
1. La gratitud como camino interior
Decir gracias transforma. Incluso cuando duele. Cuando escribimos para agradecer a quienes nos acompañaron, estamos reconociendo el valor de lo vivido. Podemos agradecer desde lo sencillo: un abrazo, una comida compartida, una enseñanza que nos dio. Esas palabras de gratitud hacen que lo vivido permanezca de otro modo: no como herida, sino como semilla.
2. Cómo crear un diario de gratitud hacia nuestros muertos
Puedes empezar un diario de gratitud donde cada entrada esté dedicada a un recuerdo. Comienza con una frase como: “Gracias por…” y deja que fluya. No hace falta que todo sea solemne. Puedes agradecer también lo cotidiano: ‘Gracias por enseñarme a hacer tortilla’, ‘Gracias por reírte conmigo ese día de lluvia’. Cuanto más concreto, más real.
3. Cartas de gratitud
Otra opción es escribir una carta entera para dar gracias. Imagina que puedes enviársela, y cuéntale qué aprendiste de esa persona, qué gestos suyos todavía te acompañan. Estas cartas pueden ser íntimas, incluso puedes guardarlas en un sobre, en una caja, en un altar. Escribirlas es ya un acto de presencia y amor.
4. Gratitud compartida
Puedes proponer a tu familia que, en lugar de solo llorar la ausencia, escriban juntos un texto de agradecimiento. Cada uno puede aportar un recuerdo, un agradecimiento. Puedes recopilarlo en una pequeña libreta o hacer una lectura compartida en alguna fecha especial. Esto no borra la tristeza, pero la envuelve en amor.
5. Agradecer lo que no fue perfecto
A veces cuesta agradecer porque hubo dolor, distancia o conflicto. Pero incluso en esos casos, podemos encontrar algo que agradecer: una enseñanza, una advertencia, una parte de nosotros que creció. Agradecer no es justificar todo. Es ver el conjunto de lo vivido desde una mirada amplia y compasiva.
Propuesta práctica
Hoy escribe una carta de agradecimiento a esa persona que ya no está. Comienza con: “Gracias por…” y deja que tu corazón hable. No corrijas, no edites. Solo escribe. Después, si quieres, puedes leerla en voz alta o guardarla en un lugar especial.
En mi opinión…
Agradecer a quienes amamos es otra forma de decirles: ‘sigues aquí’. La gratitud nos abre a una memoria luminosa, en la que el amor no termina con la muerte, sino que sigue creciendo, ahora en forma de palabras escritas.
