Con esta técnica de escritura vamos a viajar al futuro.
Este ejercicio consiste en inventar un objeto del mañana, uno que aún no existe, y escribir una historia centrada en él.
Sí, un objeto futurista. Pero no hace falta que sea ciencia ficción dura. Puede ser algo sencillo, simbólico, hasta poético.
Lo importante es imaginar su función y el impacto que tiene en la vida de un personaje.
Paso 1: Invéntalo
¿Qué objeto no existe aún y te gustaría que existiera?
¿Un frasco que guarda olores de la infancia? ¿Un paraguas que canta cuando llueve? ¿Una taza que traduce los sentimientos del que bebe?
Piensa en algo con un toque fantástico, emotivo o útil. Dale nombre, forma, tamaño. ¿Dónde se vende? ¿Quién lo fabrica?
Paso 2: Crea el personaje que lo descubre
¿Lo inventa? ¿Lo encuentra? ¿Se lo regalan?
¿Cómo afecta ese objeto a su rutina, su vida, su forma de ver el mundo?
Paso 3: Narra una escena clave
Muestra un momento en que el objeto cambia el curso de una decisión. Por ejemplo:
Helena sacó el lápiz que podía predecir el clima emocional de su jornada. Lo pasó por el calendario. El lunes temblaba en rojo: conflicto seguro. El martes brillaba en azul. Eligió posponer la reunión.
Este ejercicio trabaja la imaginación aplicada, pero también te entrena para pensar el objeto como símbolo.
Porque cada objeto que inventes puede reflejar una necesidad humana: afecto, memoria, seguridad, compañía.
Variaciones creativas:
- Escribe un anuncio publicitario del objeto.
- Haz una historia epistolar donde alguien escribe sobre él desde el futuro.
Reto del día
Invéntate un objeto imposible y construye una microhistoria de máximo 200 palabras donde ese objeto sea protagonista. Escríbela como si fuera real.
Sigue escribiendo lo imposible. Porque lo imposible… también se entrena.
